Nada en
el vacío
Hoy
siento la angustia de la nada,
(lo único
que nos une y nos amordaza),
hendida
en el viento, herida el alma,
arrastrando
la memoria y su desgana.
Inventando
la luz de tu cara en cada día
en que
el sueño hambriento y necesario
sobrevive
cada segundo en este esfuerzo
de
vivir entre una esperanza desconocida,
dormito
en la luz, hermana de la nada,
en la
que te imagino y me recreo,
sabiendo
que son sólo las sombras de tus besos
las que
me llevan a esta rimas encadenadas.
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