Lluvia en amarillo





Lluvia en amarillo

 

Llueve.

Ahora. Sobre las alas de un pájaro disecado

en el almacén de algún recuerdo mohíno.

(Nada se extraña en los cuentos templados

de las hojas de los ecos vacíos ).

Llueve.

Tu rostro se desparrama en un juguete roto

por la impaciencia de los sonidos
 
de una espiral enredada en el abrigo
 
de un camino azulmente inacabado.

Ya el aire calla.

La niebla se enamoró de su sombra que temblaba

en un abrazo inmortal por lo inventado.

Calla el aire. Tu rostro se envenena en un portal

que gime entre besos  azulmente amarillos.

Cierro los ojos. El mar de tu bosa seca

resbala entre mi manos de trapo.

La lluvia al fin duerme. Duerme tu pelo encadenado.

Una vez el pájaro volaba. Luego durmió en su sueño

 

 

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