Paisaje
Cielo en el aire
que se esconde tras los
ventanales del alma
en una lluvia de oro
agonizante
arrastrando tras de sí
las sombras de la playa,
sombras de aire, de la
luz su amada.
Las olas juegan en mi
pensamiento,
como arena de conchas
desparramadas,
llenando las almenas
derribadas de recuerdos
de aquellos castillos
de una infancia inacabada,
manos sin aire,
susurros de agua clara.
Duerme el viento
tras las palmeras del
primer deseo
que abanica los ojos
entre algún torpe verso,
brisa de corazones
entre rumor de besos.
Un día me llevó a un
paraíso. Hoy ya no lo recuerdo.
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