Quizá sea feliz





 

Quizá sea feliz

 

Quizá sea feliz. ¿Quién sabe?

…La piel se estremece en el vaivén de una estrella

más allá de la luz, más allá de las certezas…

Y en la noche, antes de que los versos callen,

el cielo me abraza y  el aire se enciende y arde

en una pasión que sólo los poemas entendieran.

Sí, quizá sea feliz. ¿Quién lo sabe?

                … Mi corazón hacia tu olvidado corazón vuela,

                sombra de noche, jeroglífico de niebla…

Y en la mañana, en un juego de aire y llama,

 mueren los versos, lloran impotentes las palabras,

en mil silencios de una irreductible esperanza.

Quizá sea feliz. ¿Quién sabe?

 

               

 

 

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