Dormir los sueños
Dormir,
abandonarse en una quietud de amapolas muertas
ávidas de un sol moribundo y perdido
en un tránsito siempre y fatalmente reconocido.
Olvidar,
olvidar que tuviste un nombre, un cuerpo
que se convirtió en sombra de luna yerma
antes de que nos abrazaran nuestros sueños.
Dormir... olvidar...,
cerrar los ojos a la frágil y agotada esperanza
de que renacerás en cada una de mis mañanas.
Dormir, olvidar… al fin ser feliz… ser nada.
No hay comentarios:
Publicar un comentario