Dedos ciegos
Nos
buscamos
como
arena de labios perdidos
entre
la niebla,
esa
mezcla de sombra de aire
y de
tierra.
Nos
asfixia ese afán
que
regala la necesidad
de
sentirse cerca,
como
alas de pájaros disecados
que
esperasen una mano
que los
empujara hacia la nada,
hacia
un impulso que explicara ese ansia
de
viajar hacia ese cielo
que nos
asusta y nos reclama.
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