Llegaste
escondida tras un rayo de luna llena,
atravesando, furtiva, la ventana de mi alma.
Llegaste
como brisa maravillosa e imprevista
en las playas secas y olvidadas de mi vida,
y llenaste
cada una de las estrellas de fina arena
de corales de luna, de cadencia de primaveras.
Y tocaste mis labios
para dar sentido a mis besos,
y mis manos
para dar horizontes a mis dedos,
y a mi mente
para dar luz a mis pensamientos,
y a mi corazón,
a mi loco y perdido corazón,
para dar sentido a mis “te quiero”
Llegaste
sin avisar, en la noche en que los cielos
buscan en silencio luces de cometas viajeros,
y te quedaste en el portal abierto de mis sueños...
...Y te abrí,
¿ Cómo no haberte abierto?.
Ahora estas conmigo, y te llevo dentro, muy dentro.
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