Libertad
no conozco sino la libertad de estar preso en alguien
cuyo nombre no puedo
oír sin escalofrío;
alguien por quien me
olvido de esta existencia mezquina,...
...Tú justificas mi
existencia:
si no te conozco, no he
vivido;
si muero sin conocerte,
no muero, porque no he vivido.
L. Cernuda “Los placeres prohibidos”.
Sinfonía de horas inacabadas
Pasan las horas
una a una,
una a una,
se deslizan entre mi cuarto,
-mi precioso cuarto que vestí de versos
con los que te amé con locura-,
y se engarzan entre
mis dedos,
se rompen en la cuenta de los silencios
que me estremece la cuenta de los suspiros
con los que cuento el tiempo
que me falta para sobrevivir.
Pasan las horas.
una a una,
una a una,
se me enredan entre mi cuarto,
-
mi precioso cuarto donde mis canciones
no arañaban de pena
aún el corazón
porque todavía no me hablaban de ti-,
y resbalan entre la noche que me aguarda
con el rumor de la nostalgia de morir.
Pasan las horas,
la vida se encoge y se desvanece entre el tiempo..
Pasan las horas. Cae
la vida entre la noche
que se disfraza de tristeza y de silencio. .
Desfallece la noche.
Se me mueren los versos.
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