Espiral de infancia


Espiral de infancia



De entre la sangre, allí donde las venas

se enzarzan en  una pelea imposible contra el destino

de morir entre el inevitable corazón y sus latidos,

nacen esos momentos de mi melancólica tristeza.



Ya sabes, a veces el río de la vida se me lleva

a lugares que  no sabría explicarte  y, aunque lo intento,

me faltan las palabras para decirte que a veces me pierdo

en pesadillas de color de infancia de negros sueños .



De entre mis miedos, aquellos con los que siempre me duermo,

nacen mis ojos siempre al frío ensueño doloridos y abiertos,

siempre pegados al salvavidas de tus caricias y de tus besos,

siempre dibujando paraísos que abracé cuando mis sueños

eran de años infantiles y las sombras  sombras de infiernos.



De entre la sangre, allí donde las venas

guardan aún los aullidos de los ecos de la angustia del recuerdo,

me pierdo en aquellas lágrimas de niño que huía en las noches ciegas

pintando amaneceres que les traería el pasar de los años inevitables.

Y cierro mis puños, y abro mis sueños, y entre ellos aún recuerdo

que imaginaba  soñando que quizás alguno mi nombre me nombrase.



Aún no sabía, como aquel niño asustado iba a saberlo,

que en tu corazón latía mi nombre escondido tras ese silencio

en el que el corazón sabe  y calla cuando la razón se duerme en el aire

que al corazón le canta canciones de sueños infantiles inagotables.



En la noche, cuando el recuerdo aún las amenazas me recuerda,

me pierdo entre mi melancolía llena de aquella triste tristeza.



...Si hubiera sabido que tu nombre entre la noche me esperaba...



Quizá alguna lágrima hubiera volado por entre la noche eterna

a buscarte no sé dónde y decirte: no tardes... no tardes... la noche es tan larga.

Siento hoy tanto dolor de vacío, tanto dolor... tanta tristeza...



Si lo hubiera sabido.... Hoy las noches aúllan, aúllan y sueñan.

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