Camino de ayer
Llevo
un camino en la espalda
manchado
de flores que dibujan ayeres enmohecidos
de
canciones de músicas abandonadas
entre
un te quiero mecido entre el olvido
de unas
manos entre el horizonte agarrotadas.
Ando mi
camino de impenitente viajero
sin oír
de mis pasos el perdido eco.
Un día
desnudé mis pies con la arena del suelo
y
respiré el aire de un segundo sin pasado.
Casi ya
no me acuerdo. Sólo que el llanto
abrió
la puerta al sendero de la desesperanza
de unos
besos en el pasado amortizados.
Llevo
mi camino en la espalda
marcado
por unos besos disecados.
Casi no
me acuerdo. Sólo que algunos versos
recordaban
en el viento un escalofrío de silencio.