Búsqueda en el eco del recuerdo






Búsqueda en el eco del recuerdo


Busco el resplandor de tus ojos
ahora, en esta noche ciega
que aniquila los espejos...
...Pero ya no me acuerdo...

Busco en el cruce de los vientos
el eco cálido de tu cálida voz
que rompa mi tristeza...
... Y ya no lo recuerdo...

Te busco en estas horas muertas
en las que el recuerdo recuerda.
Pero todo queda en mudo silencio:
...no recuerdo, no te recuerdo...


Despedida anticipada





Despedida anticipada

Un día marcharé,
cerraré esa puerta tantas veces cerrada,
veré vuestras sonrisas
en otra misma y  repetida despedida,
y, entre brumas, me iré.
Mis pasos sonarán esta vez definitivos
alejándose sin prisa de un cómplice pasillo
que no me volverá a  a ver,
la calle se estrechará en mi garganta
y las luces se fijarán en un adiós definitivo
tras el rumor de un coche de un adiós perdido.
Luego otras horas traerán de nuevo otra mañana,
un mismo pasillo, sus puertas cerradas,
y retornarán las mismas sonrisas domesticadas.
Nadie notara mi ausencia, tu voz callada,
durmiendo más allá de su destino,
de tu sonrisa, del gemido de los sonidos.
Soñará muy lejos. Tras la sombra de tu olvido.




Noche de ola de luna llena





Noche de ola de luna llena

La luna en la noche tiembla
entre un paisaje que no reconoce
en las luces que se acuestan.

Las olas palpitan el eco de tu nombre
mientras llora de envidia la marea.

La luna que sabe porque sueña
se deja llevar al cielo que le acecha
mientras llora luces de negras penas.

Mientras, las olas otras olas besan
y tu nombre se duerme... y sueña.

Rompecabezas





Rompecabezas

Rompo cristales de silencios
amordazados entre tu boca
cuando los besos olvidan entre paredes
del mustio territorio blanquecino,

Nacisteis para romper el misterio
del tiempo que asesina los segundos
que le aseguran para la distancia
entre la que desafío mis tormentos.

Nado entre la furia de las lágrimas
secas en el desierto de tu vientre,
y amamantadas por el desprecio
de sobrevivir a la miseria de su orgullo.

Y mañana, cuando la sangre vomite
su desgracia de vivir entre tus venas,
los relojes desencadenarán todas las horas
necesarias para el tiempo del olvido.



Juego perdido


Juego perdido

 

¿Cómo amar el juego errático

de una nube jugando a ser mariposa

de un cielo de antemano condenado?

¿Cómo amar el parpadeo cómplice

de esa estrella latiendo en el vacío

consumido por un tiempo ya olvidado?

¿Cómo amar el rumbo de un recuerdo

perdido en el mar de la osadía amarga

de saberse perdido en tu ignorancia?

Dime, ¿cómo amarte gélido escalofrío

que recorre la seca orilla de su nombre

en un mar de fantasía que todo lo esconde?

¿Cómo amarte estéril nube, estrella ciega,

escalofrío roto en la noche del recuerdo,

si existes sólo en y por mis poemas?

 

 
 


Balada de diciembre



Balada de diciembre

 

Te quiero, palabra imposible,

verso inquieto, luz de sombra herida,

poema siempre sin destino, siempre por resucitar.

Sueño por calles desconocidas sin nombre

al  que poder abrazarse y abrazar

buscando las esquinas ciertas de mi oscuridad.

Te quiero amor imposible,

verso perfecto, rima exacta ,

poema siempre inacabado, siempre por recomenzar.

Te quiero amor eterno, que no tienes  nombre,

ni cuerpo. Sólo una rima eterna por acariciar.

 

Ecos de una tarde gris




Ecos de una tarde gris

 

Se hace triste la tarde.

El aire se viste con una gris y azulada bufanda

mezcla de melancolía e innecesaria nostalgia.

Mis ojos ciegos apenas  llegan a ver el cielo

y se encriptan, incapaces, tras el duro suelo

por el que la mente juega con mis pensamientos.

Se disfraza la tarde de palabras.

El aire lleva nuevos ecos de ternura al viento

que sonríe tímido con ojos de luz abiertos

a las luces con las te llama todas las mañanas.

Se hace triste la tarde.

Mis ojos atisban más allá de mis palabras.

El cielo se entristece. Siente que a su color le faltan

unos ojos tristes, una sonrisa, una esperanza.

 
 


Vivir




Vivir

 

Amar,   soñar, morir,

en un segundo de relojes sin agujas

a los que se les hubiera olvidado sumar

instantes  a los que baña sólo la amargura.

Amar,

hasta que se rompa en el hoy el infinito

abandonado como unas olas sin mar

y sin una cálida brisa a la que poder acariciar.

Soñar,

que el mundo existe sólo en tus palabras

cuando el aire de tu amor se empapa

y juega con las flores de tu pelo el alba.

Morir,

morir musitando tu nombre en el cielo

que forman los luceros alados de tus besos

cuando arde en ellos el amor y el deseo.

Amar,   soñar,   vivir,

vivir cada caricia, cada mirada, cada beso

en los que me quieres, en los que te quiero.

Somos, amor, pura ternura, dulce sueño.