Instante

Instante

Y de repente... un silencio.
En la pintura del cielo desgastada
se rompe una luz en una cascada
de un olvidado y hambriento sueño.

Apenas nada altera este olvidado tiempo
de perfume de  estrellas olvidadas
encadenadas a un estéril viento
que sueña con despertar en la mañana.

Busco en mi sangre un latido perpetuo
donde tu estrella se dibuje en el cielo
del corazón donde nace la luz de mis versos.
Hoy no encuentro nada. Sólo mi silencio.

Fui. He sido. Soy

Fui. He sido. Soy

He andado cuanto se pudo imaginar
en noches de insomnio un camino;
he soñado cuanto un alma pudiera
sobrevolando más allá de las estrellas.

Amé mas allá de los hechos y las palabras,
más allá incluso de los más tristes versos.
Rompí mis vidas por alcanzar un sueño
sin derramar una sola de mis lágrimas.

Más lejos del pensamiento y la locura cuerda
busqué donde se encuentran las respuestas.
Aún sigo de pie. Aún no renuncio a sentirme vivo.   
A ser todo lo que fui, lo que soy, lo que he sido.

Si pudiera


Si pudiera




Si pudiera

abandonar mi mente, romper mis ideas

y dejar de pensar más allá de lo que nadie sueña...



Si acaso pudiera

abrazar el vacío y en él ahogar este dolor del alma

que se desangra en cada verso y sus quimeras

para  morir en una línea rota por fin inacabada

donde sólo el silencio me abrazara y me quisiera...



Si  pudiera

romper mi mente, abandonar mis ideas

y dejar de sentir más allá de lo que nadie sueña...


Si tan sólo pudiera morir un instante. Si pudiera...

Todo es silencio.


Todo es silencio.





Todo es silencio.

Incluso cuando las vacías palabras

se golpean  contra el viento ciego

en un espiral de hambre inacabada.



Incluso cuando los versos

se anudan en el papel de la garganta

donde las líneas del sentimiento

se deslizan, se rompen y me rasgan.



No me queda tiempo

de reloj de horas de vida ensangrentadas

que arranquen a cada segundo su esperanza.

Sólo ya queda el silencio en el hueco de mi alma




Todo se desvanece

Todo se desvanece

Todo se desvanece.
La melancolía se enreda entre la brisa
y los recuerdos la besan, callan... y mueren.

Todo ya es calma.

La sonrisa se disfraza de sonrisa
y el dolor en el final de su abismo se detiene.
El corazón duerme. ¡Duerme corazón, duerme!:

Todo ya es calma

Apenas queda un reflejo de una sombra perdida
en una espiral perdida entre mi mente y la nada.
Todo es simétrico ya entre el verso y la palabra.

Todo  se desvanece.
La melancolía se enreda entre la brisa
y su dolor la besa, calla... y muere